¡ALERTA AMARILLA!
Por la salvaguarda del patrimonio racionalista de Posadas.
Por el Mgter. Arq. Ruben O.Chiappero **
El continuo avance de los procesos de la globalización ya no es un discurso ajeno, propio de economías avanzadas, sino que incide e involucra a todos los grupos humanos del planeta. Argentina no es ajena a los mismos y ante ellos es necesario alertar sobre la urgencia de conservar nuestros orígenes y diseñar estrategias de revalorización de nuestro patrimonio natural y cultural. La primera estrategia es conocer y poner en relieve nuestra herencia que, en el plano urbano, es tan importante como aquella que se remonta a siglos de existencia. Esto es así porque nuestra historia ciudadana, con sus características propias de lugar e idiosincrasia, sirve de base y sostén para planificar un futuro más amable para las sucesivas generaciones. Desconocer lo recibido en préstamo de nuestros antecesores, es hipotecar malamente nuestro futuro.
El pasado importa, y mucho, cuando la ciudad crece, se integra a circuitos económicos que le reditúan mayores recursos dinerarios y la revitalización urbana puede llevar a una búsqueda de imagen aggiornada si no se tiene en cuenta los valores de lo existente y las posibilidades que brinda su presencia en el imaginario colectivo. En Posadas, dos obras del pasado reciente merecen una atención esmerada no sólo para conocer su historia sino para conservarlos en relación a esa herencia valiosa que la pone en un sitio privilegiado dentro del patrimonio argentino. El edificio del Correo Argentino y el del Hotel de Turismo del IPS, diseñados en lenguaje racionalista y en armonía de escala y proporción urbana, responden -dentro de las concepciones modernas de mediados del siglo XX- a los deseos y motivaciones de quienes pretendían construir ciudad a partir de insertar estas notas de avanzada en un medio caracterizado por su escala doméstica.
El edificio del IPS, de los arquitectos Soto y Rivarola, es una clara relación de la producción que, teniendo base en el racionalismo internacional, surge en una propuesta de mayor libertad respecto los lineamientos cubistas y sus ulteriores consecuencias. Los proyectistas extraen de los encuentros prácticos entre la tecnología de hormigón armado y el vigor de la plasticidad de las formas, un valioso diálogo entre la modernidad que influía desde el exterior y la coherencia “no plegarse a una disciplina preestablecida, sino proponer respuestas con la mayor libertad posible”, al decir del Arq. Francisco Bullrich.
El edificio del Correo Argentino de Posadas se inscribe dentro de la adhesión -sin mayores cuestionamientos- de las oficinas técnicas del Estado Nacional a la ideología moderna arquitectónica. Era la época en que desde las publicaciones especializadas se proclamaba como verdad sublime la importancia de “parecerse a” que “ser uno mismo”. Los edificios proyectados desde la esfera oficial pretenden recrear “modelos” como la Unidad de Habitación de Marsella -Le Corbusier, 1947 a 1952- o el Edificio de las Naciones Unidas en Nueva York- 1950-, entre otros. Pero su valor radica en que expresa una corriente de opinión pública “inmersa en este juego publicitario”, como asegura el Arq. Ramón Gutiérrez, que se alimentó de puras imágenes y que las adoptó en identificación lineal con los maestros de la arquitectura moderna.
La arquitectura patrimonial posadeña se enfrenta a las transformaciones que se imponen como necesarias e imprescindibles en la ciudad que desea elevar su calidad de vida y de pertenencia. Por ello, es imprescindible acordar que salvaguardar este patrimonio es indispensable para que la ciudad contemporánea revalúe los límites de la intervención de los profesionales de la construcción en los edificios preexistentes, a la vez de cobrar conciencia que el tiempo de la ciudad es más largo que el de los hombres. Y lo que hoy es novedad y adelanto, mañana es pasado y patrimonio, por lo que conocer, conservar y poner en valor la arquitectura reciente es un recurso indispensable para la construcción del mundo del siglo XXI.
** Director del Instituto de Historia, Teoría y Crítica de Arquitectura y Patrimonio. Facultad de Arquitectura - Universidad Católica de Santa Fe
Por la salvaguarda del patrimonio racionalista de Posadas.
Por el Mgter. Arq. Ruben O.Chiappero **
El continuo avance de los procesos de la globalización ya no es un discurso ajeno, propio de economías avanzadas, sino que incide e involucra a todos los grupos humanos del planeta. Argentina no es ajena a los mismos y ante ellos es necesario alertar sobre la urgencia de conservar nuestros orígenes y diseñar estrategias de revalorización de nuestro patrimonio natural y cultural. La primera estrategia es conocer y poner en relieve nuestra herencia que, en el plano urbano, es tan importante como aquella que se remonta a siglos de existencia. Esto es así porque nuestra historia ciudadana, con sus características propias de lugar e idiosincrasia, sirve de base y sostén para planificar un futuro más amable para las sucesivas generaciones. Desconocer lo recibido en préstamo de nuestros antecesores, es hipotecar malamente nuestro futuro.
El pasado importa, y mucho, cuando la ciudad crece, se integra a circuitos económicos que le reditúan mayores recursos dinerarios y la revitalización urbana puede llevar a una búsqueda de imagen aggiornada si no se tiene en cuenta los valores de lo existente y las posibilidades que brinda su presencia en el imaginario colectivo. En Posadas, dos obras del pasado reciente merecen una atención esmerada no sólo para conocer su historia sino para conservarlos en relación a esa herencia valiosa que la pone en un sitio privilegiado dentro del patrimonio argentino. El edificio del Correo Argentino y el del Hotel de Turismo del IPS, diseñados en lenguaje racionalista y en armonía de escala y proporción urbana, responden -dentro de las concepciones modernas de mediados del siglo XX- a los deseos y motivaciones de quienes pretendían construir ciudad a partir de insertar estas notas de avanzada en un medio caracterizado por su escala doméstica.
El edificio del IPS, de los arquitectos Soto y Rivarola, es una clara relación de la producción que, teniendo base en el racionalismo internacional, surge en una propuesta de mayor libertad respecto los lineamientos cubistas y sus ulteriores consecuencias. Los proyectistas extraen de los encuentros prácticos entre la tecnología de hormigón armado y el vigor de la plasticidad de las formas, un valioso diálogo entre la modernidad que influía desde el exterior y la coherencia “no plegarse a una disciplina preestablecida, sino proponer respuestas con la mayor libertad posible”, al decir del Arq. Francisco Bullrich.
El edificio del Correo Argentino de Posadas se inscribe dentro de la adhesión -sin mayores cuestionamientos- de las oficinas técnicas del Estado Nacional a la ideología moderna arquitectónica. Era la época en que desde las publicaciones especializadas se proclamaba como verdad sublime la importancia de “parecerse a” que “ser uno mismo”. Los edificios proyectados desde la esfera oficial pretenden recrear “modelos” como la Unidad de Habitación de Marsella -Le Corbusier, 1947 a 1952- o el Edificio de las Naciones Unidas en Nueva York- 1950-, entre otros. Pero su valor radica en que expresa una corriente de opinión pública “inmersa en este juego publicitario”, como asegura el Arq. Ramón Gutiérrez, que se alimentó de puras imágenes y que las adoptó en identificación lineal con los maestros de la arquitectura moderna.
La arquitectura patrimonial posadeña se enfrenta a las transformaciones que se imponen como necesarias e imprescindibles en la ciudad que desea elevar su calidad de vida y de pertenencia. Por ello, es imprescindible acordar que salvaguardar este patrimonio es indispensable para que la ciudad contemporánea revalúe los límites de la intervención de los profesionales de la construcción en los edificios preexistentes, a la vez de cobrar conciencia que el tiempo de la ciudad es más largo que el de los hombres. Y lo que hoy es novedad y adelanto, mañana es pasado y patrimonio, por lo que conocer, conservar y poner en valor la arquitectura reciente es un recurso indispensable para la construcción del mundo del siglo XXI.
** Director del Instituto de Historia, Teoría y Crítica de Arquitectura y Patrimonio. Facultad de Arquitectura - Universidad Católica de Santa Fe
1 comentario:
Hola soy estudiante de la universidad del pacifico en el valle del cauca en colombia, necesito los planos de le nueva sede de la u.c.s.f. que me serviran como referente para un proyecto que estoy plateando a los profesores de la universidad
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