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martes, julio 1

Homenaje póstumo - JORGE SEGHEZZO - Maestro de arquitetos


El 22 de Mayo falleció en su ciudad de Rosario
el arquitecto Jorge Seghezzo,
quien fuera docente de Taller
durante tantos años en nuestra Facultad.

Sus alumnos -muchos actualmente docentes-
lo recuerdan en estas líneas en un homenaje póstumo.


VIDA, ESPACIO Y MATERIA.
LA TRÍADA SEGHEZZIANA

Arq. Javier Mendiondo

VIDA: Una personita deambulando por nuestros proyectos, asomándose a una doble altura u observando dócilmente el horizonte. Las plantas de nuestros proyectos atravesadas por rayados zigzagueantes por los que transitaba la vida. El tamaño de las ventanas, la altura de los antepechos, el ancho de los pasillos. Lo ridículo del funcionalismo que no tiene en cuenta al hombre. Los recorridos. Los patrones. Una arquitectura intensamente humanista.

ESPACIO: Las dobles alturas. Las lecciones de la Biblioteca Laurenziana. Aalto y la luz. El espacio como lugar, como continente de la vida. Las aventuras de Wright y su entrar gradualmente a un edificio. Los umbrales. Los patios de los árabes. El Panteón de Agrippa como “el” espacio. La figura humana en todos los cortes, en todos. La escala, de nuevo el “hombre”.

MATERIA: Cada tecnología con su lógica y su expresión ¿Cómo se encuentran dos planos? Mies y el minimalismo cuando todavía no había minimalismo. El almohadillado renacentista. El porqué de las buñas, las trabas de ladrillo. Pensar lo tectónico prescindiendo de estilos. La materialidad del espacio.

Inicio de los noventas. Las sesiones del taller que no empezaban ni terminaban, sólo discurrían… “el taller”… ahí adentro estaba la arquitectura. Recluidos en los cuentitos de un viejo sabio, así sobrevivimos algunos, galvanizados ante el incierto alarde posmo, hablando de fundamentos mientras la arquitectura se enredaba en “ismos”.
Un poco intuitivos, un poco retros. Así nos modeló el Viejo Seghezzo.




EL SENTIDO HUMANO DE LA ARQUITECTURA
Leandro Copello.

En muchas oportunidades siendo su alumno me pregunté el por qué de su insistencia permanente en hablar de las acciones de las personas y sus relaciones, cuando en realidad nuestra preocupación como estudiantes estaba centrada en las cuestiones estéticas de la arquitectura.

Hoy, luego de haber realizado algunas obras, comprendo que en dicha insistencia se encerraba el verdadero sentido de la arquitectura, como “contenedor de la vida del hombre” y que en definitiva su valor último está en la dicha de las personas que la habitan.

Le agradezco haber podido descubrirlo gracias a su profundo Humanismo.




ESO ES AMOR
Arq. Julio Aldo Toledo

Jorge Seghezzo era un conservador profundamente revolucionario. Y en esa aparente contradicción estaba la riqueza intelectual que como docente nos legó: a algunos les sirvió para conservar y mejorar lo dado, a otros para cambiarlo sin temor. Seguramente estas aparentes contradicciones vuelvan a encender aquellas discusiones que teníamos cuando éramos jóvenes y, por qué no, bellamente imberbes. Mejor.

Pensar la arquitectura como un proceso que se desarrolla dentro de un contexto cultural reconocible como el nuestro, el litoraleño, el argentino, el sudamericano -y desde aquí mirar críticamente al mundo-, es algo que como un fuego olímpico arde en mí para ser transmitido a la próxima posta de jóvenes arquitectos. Ese hacer arquitectura comprometidos con el aquí, desde aquí y para nosotros, sin temores ni complejos ante lo que pase en el mundo, es un claro legado académico que como docente nos transmitió Jorge Seghezzo.

¡Chau Viejo querido!, cada vez que me siento a pensar un nuevo proyecto, veo que estás más actual que nunca. Eso es amor.


ADIÓS AL MAESTRO
Mgter. Arq. Gabriel Biagioni

Se fue Jorge Seghezzo, nuestro maestro de arquitectura, a la que nos enseñó a tratar con respeto y cariño.

Se fue y nos dejó el sonido de su sabiduría, su profunda visión, cargada de humanismo.
Nos dejó el gusto por hacer arquitectura y la sensación de saberla a veces sutil pero relevante en la vida de los hombres.

Jorge es un maestro con lecciones que crecen todavía. Ideas atemporales encerradas en el círculo Vida-Espacio-Materia alimentaron nuestra formación. Racionalidad con poesía, Sensibilidad con rigor, patrones de una forma de entender no solo nuestra disciplina.

No alcanzamos a hacerle nuestro homenaje en vida, espero que nuestras obras puedan serlo.


ARQUITECTURA DESDE LA NO ARQUITECTURA
Arq. Sergio Pecorari


Jorge Seghezzo no fue cualquier docente, fue quizá ese docente que nos pulió y marcó en ese camino que estábamos recorriendo como personas y como futuros profesionales.

Creo que Jorge tuvo esa virtud que sólo aquellos que tienen el sustento de la sabiduría podrían tener, enseñar arquitectura desde la “no arquitectura” era, en definitiva enseñar a pensar y sobre todo saber y comprobar ya como profesionales que podíamos sostener nuestras convicciones.

Se fue el viejo Seghezzo, nuestro maestro de arquitectura, nuestro maestro en la vida.


LA REFLEXIÓN PERMANENTE
Arq. Oreste Blangini

Quienes compartimos horas junto a él sentimos hoy ese gran vacío existencial cuando un ser querido nos deja, conocer a Jorge en mi vida no sólo significó el aprendizaje sino la referencia a principios internalizados y puestos de manifiesto en cada acto de su vida.

Sus pensamientos y su actitud son guías permanentes, muchas veces muy difíciles de equiparar, aunque siempre presentes, invitando como él lo hacia, a la reflexión permanente. Conocerlo como arquitecto y compartir su taller como docente es tal vez la instancia de vida que más añoro y que jamás borraré de mi mente, por lo aprendido y por el respeto que supo impartir desde su óptica en el aprendizaje hacia los alumnos y a quienes estábamos a su lado.
Creo, por su personalidad, que no lo haría feliz que estemos hablando de él, pero también creo que lo sabría interpretar por su enorme bondad, porque es un acto de absoluta justicia. Por la memoria de quien deja un gran legado, de enorme respeto y dignidad por nuestra disciplina, valores sin duda a imitar y que nunca vamos a olvidar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El "viejo" supo contagiarnos el fuego de la pasión por la arquitectura como respuesta al habitar humano.
En el fondo eso implicaba una profunda convicción del rol social que esta profesión tiene.
Supo "meternos dentro" de nuestros proyectos e imaginarnos viviendo en esas casas, enseñando en esas escuelas... En el fondo nos enseñó a pensar la arquitectura desde las vivencias que aloja.

Unknown dijo...

Jorge Seguezzo, mi mas profundo respeto al arquitecto que más admire, un maestro con todas las letras, me enseño a amar esta profesión entendiendo que lo mas importante es pensar en la persona que va habitar, imaginarnos como son los recorridos y aprender siempre de la naturaleza que siempre tiene algo para contarnos.
Cuando nos corregía nuestros proyectos nos preguntaba, cual era el lugar donde nos gustaría estar, era increíble darme cuenta lo que valía su mirada.
Gracias, muchas gracias!!!

Pablo Madrid Páez